Ante-proyecto para una partida de mosca

Instalación

Dibujos y pinturas técnica mixta sobre papel, mesa de ping-pong con red y lámpara de trabajo

152,5 cm x 170 cm x 180 cm

2017

La vieja mesa de ping-pong familiar que ocupa el lugar central de la sala de estar se ha transformado. Ante las interrogantes y dudas de la lógica laboral y productiva, el espacio de juego bajo una premisa distinta del tiempo, bosqueja lúdicamente un futuro productivo posible.

 

LLa mesa provoca, con la cadencia del ping-pong, un esquema mental que ayuda a dilucidar, sugerir cambios, ordenar pensamientos y delinear el programa que dilata y a la vez se dirige hacia un trabajo culminado. Nuevas obras ven la luz, se pierden y se deforman en el juego. La mesa de recreación familiar ha cambiado su lógica de uso. Constituye un nuevo espacio de producción y reflexión activa sobre la memoria, un lugar donde el tiempo está muerto, pero transcurre. Es un espacio de desconcentración y procrastinación.

 

El proyecto consiste en una instalación que recoge una serie de memorias, apuntes visuales y bocetos, alrededor del uso del tiempo, el estudio y el desempleo, en una partida sin tregua. Funciona a manera de lugar de trabajo, pared de exposición, galería. Es boceto y obra, así como campo de producción donde la práctica en el arte se despliega mediante una acción propia al juego.

 

Exhibida en el Centro de Arte Contemporáneo de Quito en el marco de la muestra Premio Brasil – Arte Emergente 2017 desde octubre 2017 hasta marzo del 2018.